Tejidos Solidarios se ha conformado como una red de familiares de periodistas que han sido asesinados o desaparecidos en México, con la intención de brindar apoyo a las familias en su dolor y duelo.
Ciudad de México, 27 de abril (SinEmbargo).— En una sala de Casa Francia se sientan Griselda Triana, Brisa Breach, Estela Méndez y Tania Valdez. Todas estas mujeres tienen algo en común: un familiar era periodista y fue desaparecido o asesinado.
Juntas han conformado Tejidos Solidarios, una red nacional de familias de personas periodistas asesinadas y desaparecidas en México, porque —en palabras de Triana, viuda del reportero Javier Valdez—, los familiares han sido invisibilizados y “quedan en el olvido” con grandes afectaciones psicológicas tras la pérdida de su ser querido.
“Al principio, muchas veces las familias han estado aisladas, asustadas, preocupadas, nerviosas e invisibilizadas. El propósito de la red es acompañar, defender a más familias de periodistas (…). Acompañar en sus procesos de duelo y dolor”, dijo Griselda Triana en conferencia de prensa durante la presentación de la red. “Esta red no tendría que existir si las autoridades hicieran la parte que les corresponde”.
El colectivo, que espera convertirse en una asociación civil, reúne a siete familias de periodistas de Michoacán, Guerrero, Sinaloa, Chihuahua, entre otros estados; para acompañarse en la búsqueda de justicia, verdad y en la atención psicosocial.
Desde el inicio del conteo en 1992, el Comité de Protección para Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) ha identificado el asesinato de 151 periodistas y trabajadores de medios de comunicación en México.
“El compartir nuestras experiencias entre las familias nos mostró que tenemos gran semejanza en los procesos de duelo, de dolor, de rabia, de sufrimiento, de impotencia en todo este arduo y tortuoso proceso de búsqueda de la verdad y procuración de justicia para nuestro ser amado”, indicó en su turno Brisa Breach, hermana de Miroslava Breach.
Reclamó que las autoridades, como la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), debería de atender a las víctimas de la violencia, pero desafortunadamente la desconfianza a las autoridades es tan grande que incluso impide que familiares que tienen información relevante que podría aportar a la investigación de la agresión contra un periodista la compartan con el Gobierno, pues ya en ocasiones anteriores se han filtrado datos importantes y temen que éstos sean utilizados en su contra. “Las familias optan por el silencio, porque tienen información muy valiosa para la investigación, pero en muchos de los casos no se atreven a compartirlo o entregarlo a las autoridades porque puede ser un riesgo para ellos mismos, o poner en peligro a un ser querido”.
Por ejemplo, en el 2019 se dio a conocer que Griselda Triana fue víctima de dos intentos de espionaje durante el 2017 por medio del malware Pegasus, un programa que fue comprado por el Gobierno de México en el sexenio de Enrique Peña Nieto supuestamente para labores de inteligencia contra el crimen organizado pero que a lo largo de los años ha sido utilizado para espiar a activistas y periodistas, como han documentado las organizaciones Artículo 19, Citizen Lab y R3D.
“Temíamos que información delicada se fuera a manejar de manera inadecuada, porque ya teníamos la experiencia de hojas completas del expediente de la investigación de Miroslava que aparecían en medios de comunicación, las filtraciones de la Fiscalía eran cosa frecuente, entonces la verdad fue la primera falla. No podíamos seguir con los especialistas que nos ofrecieron en CEAV. Por lo tanto, considero que es muy importante, específicamente tratándose de familias de periodistas asesinados o desaparecidos, que tengan el derecho de recibir este apoyo, pero que más bien tengan la opción de recibirla por parte de una institución o de buscar una alternativa independiente, local, que sea de su confianza”.
Tania Valdez, hija del reportero sinaloense, consideró que esta iniciativa es de suma importancia por ser un llamado unido a detener la impunidad en agresiones contra periodistas.
”Esta es una manera de decir ‘No sólo son ellos dos, o estos tres. No; somos, son un mundo. Queremos hacer que el proceso de exigencia de justicia y verdad sea todavía más fuerte”, dijo en entrevista con SinEmbargo.
Para ella, Tejidos Solidarios es una manera de honrar la memoria de su padre y de todos los periodistas asesinados o desaparecidos, porque se hace la unión para afrontar la situación y todas las emociones que la agresión conlleva; para canalizar y sobrellevarlo “de una manera más resiliente, que es lo que ellos hacían”.
Entre las afectaciones, Estela Méndez, esposa del periodista desaparecido Ramón Ángeles Zalpa, reconoció que durante los primeros meses después de ser informada sobre la no localización de su pareja a ella le costaba siquiera salir de su casa.
“La red ha sido de gran ayuda en un proceso doloroso para todos nosotros, porque la red ha ido de la mano de nosotros, hemos tenido un proceso psicológico y en este proceso nos ha ayudado muchísimo”, expresó. “La red ha sido fundamental para todos nosotros que estamos viviendo la experiencia de una pérdida (…). Gracias a esto hemos podido salir y sobrellevarlo con la experiencia de todas las compañeras”.
En el evento también estuvieron presentes Sara Mendiola, directora ejecutiva de la organización Propuesta Cívica que tuvo la iniciativa de crear la red y ha dado acompañamiento jurídico a los casos de los periodistas; y Mirna Nereida Medina, fundadora de las Rastreadoras de El Fuerte.
Entre todas las asistentes, hicieron un llamado a que familiares de periodistas asesinados y desaparecidos se acerquen a la red para acompañarse y ayudarse mutuamente.
Tamara Mares Rivera
Periodista por la UNAM. Sus principales intereses son derechos humanos, política y género. Es somnolienta sin café y apasionada de la mar.