El director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus señaló que la COVID-19 es un virus que se quedará, por lo que “todos los países tendrán que aprender a gestionarlo junto con otras enfermedades respiratorias”; sin embargo, la Organización ya está considerando declarar el fin de la emergencia.
Madrid, 14 Dic. (EUROPA PRESS).- El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, confía en que a lo largo de 2023 tanto la COVID-19 como la viruela del mono dejen de ser emergencias de salud pública de importancia internacional.
“Esperamos que en algún momento del próximo año podamos decir que la COVID-19 ya no es una emergencia sanitaria mundial. Y, si se mantiene la tendencia actual, confiamos en que el año que viene también podamos declarar el fin de la emergencia por viruela del mono”, ha resaltado Tedros en una rueda de prensa este miércoles en Ginebra (Suiza).
En concreto sobre la COVID-19, el máximo dirigente del organismo sanitario internacional de Naciones Unidas ha avanzado que los criterios para declarar el fin de la emergencia serán uno de los puntos del día de la reunión del Comité de Emergencias de la OMS que se celebrará en enero.
En cualquier caso, y aunque dejara de ser catalogado como emergencia sanitaria internacional, Tedros ha advertido de que “este virus no desaparecerá”. “Está aquí para quedarse, y todos los países tendrán que aprender a gestionarlo junto con otras enfermedades respiratorias como la gripe y el VRS, que ahora circulan intensamente en muchos países”, ha recordado.
El director general de la OMS ha insistido en que todavía hay “muchas incertidumbres y retos” en la lucha contra la COVID-19, que la semana pasada, por ejemplo, fue responsable de la muerte de unas 10 mil personas a nivel mundial.
Entre esos desafíos, Tedros ha citado que “sólo una de cada cinco personas en los países de renta baja ha sido vacunada; el acceso a diagnósticos y tratamientos vitales para la COVID-19 sigue siendo inaceptablemente inasequible y desigual; es probable que la carga de la afección posterior a la COVID-19 no haga más que aumentar; y siguen existiendo grandes lagunas en la vigilancia, lo que supone una debilidad no sólo para detectar nuevas variantes de COVID-19, sino también para controlar la propagación de otras infecciones”.
VUELVE A PEDIR A CHINA QUE COLABORE PARA HALLAR EL ORIGEN DEL VIRUS
Pese a estar ya valorando la posibilidad de “poner fin” a la emergencia sanitaria mundial por COVID-19, Tedros ha indicando que el mundo “sigue necesitando entender cómo empezó”.
Por ello, ha vuelto a pedir a China que “comparta los datos y lleve a cabo los estudios solicitados para comprender mejor los orígenes de este virus”. Una vez más, Tedros no ha descartado ningún posible origen del virus: “Como he dicho muchas veces, todas las hipótesis siguen sobre la mesa”.
Por último, ha celebrado que la semana pasada los Estados Miembros de la OMS acordaran elaborar el primer borrador del Tratado Internacional de Pandemias, un acuerdo “jurídicamente vinculante sobre prevención, preparación y respuesta ante pandemias, basado en los principios de equidad, solidaridad y soberanía”. Los Estados Miembros empezarán a debatir este primer borrador del acuerdo sobre pandemias en febrero.
“CUENTA ATRÁS” PARA EL FIN DEL BROTE DE ÉBOLA EN UGANDA
Tedros también ha dedicado parte de su intervención a abordar otras de las 53 emergencias clasificadas a nivel mundial, con más de 200 brotes durante 2022.
Sobre la viruela del mono (mpox), ha detallado que hasta el momento ya se han notificado más de 82 mil casos en 110 países, aunque la tasa de mortalidad “se ha mantenido baja”, con 65 fallecimientos. “Afortunadamente, el número de casos notificados semanalmente ha disminuido más del 90 por ciento desde que declaré la emergencia de salud pública de importancia internacional en julio”, ha aplaudido.
Del mismo modo, Tedros ha anunciado que “ha comenzado la cuenta atrás para el fin del brote de ébola en Uganda”, después de no registrar nuevos casos en más de dos semanas y sin pacientes en tratamiento por el momento. “Si no se detectan nuevos casos, el brote se declarará terminado el 10 de enero”, ha pormenorizado.
La semana pasada llegó a Uganda el primer lote de vacunas contra el ébola, apenas 80 días después de la declaración del brote. “Se ha conseguido más rápido que en ningún otro brote anterior. Esto fue gracias a una colaboración de socios de todo el mundo que han trabajado juntos para hacer avanzar las vacunas candidatas y garantizar su disponibilidad para llevar a cabo los ensayos”, ha sostenido.
En resumen, Tedros se ha congratulado de que el mundo termina “un año difícil con algunas noticias alentadoras: COVID-19, mpox y Ébola están disminuyendo”.
Afin de renforcer la surveillance, la prévention & le contrôle des infections dans les structures sanitaires de l’Ituri 🇨🇩, frontalière de l’Ouganda 🇺🇬 où sévit l’épidémie d’#Ebola Soudan, @WHO a fait don des kits PCI pour les 15 zones de santé prioritaires & 17 points d’entrée pic.twitter.com/3SOus6Fgzo
— OMS RDC (@OMSRDCONGO) December 13, 2022
“MUCHAS OTRAS CRISIS”
Sin embargo, ha afirmado que hay “muchas otras crisis”, como la sequía en el Cuerno de África o los brotes de cólera en 29 países, entre ellos Haití, donde hay más de mil 200 casos confirmados, más de 14 mil casos sospechosos y 280 muertes notificadas, después de más de tres años sin ningún caso.
Esta semana, Haití ha recibido casi 1.2 millones de dosis de vacunas orales contra el cólera, y se espera que en los próximos días comiencen las campañas de vacunación en las zonas más afectadas. La OMS también ha suministrado casi 50 toneladas de suministros médicos esenciales a los centros de tratamiento del cólera.
📣 With the support of the PAHO, #Haiti today received around 1.17 million doses of oral cholera vaccines as cases continue to rise in the country.
ℹ️ Read more 👇🏽https://t.co/11EKM3dkhq pic.twitter.com/2HpyAo3jtA
— PAHO/WHO (@pahowho) December 12, 2022
Para finalizar, Tedros ha destacado que, pese a que los brotes, las guerras y otras emergencias humanitarias “acaparan los titulares”, la salud de la población mundial “sigue estando amenazada por muchas causas que no aparecen tan a menudo en las noticias”, como el tabaco, que “sigue matando a más de ocho millones de personas al año”; las dietas poco saludables, que “están provocando el aumento de las tasas de obesidad, diabetes, cáncer, enfermedades cardiovasculares y otras”; o los avances contra el VIH, la malaria y la tuberculosis, que “se han estancado o han retrocedido”.
“De cara a 2023, hay muchas razones para la esperanza y muchas razones para la preocupación. La OMS sigue tan comprometida como siempre a ayudar a sus Estados Miembros a construir un futuro más sano, más seguro y más justo para la población mundial”, ha remachado.