Villarreal Fernández acudió a la Corte de Brooklyn como testigo en el juicio del extitular de la Secretaría de Seguridad Pública Federal, donde declaró que bajo sus órdenes se cometieron actos de corrupción que tenían que ver con el cobro de comisiones por obras.
-Con información de Jesús García
Nueva York/Ciudad de México, 6 de febrero (LaOpinión/SinEmbargo).- Héctor Villarreal Fernández, quien fue tesorero de Coahuila durante el Gobierno de Humberto Moreira Valdez (2011-2017), acudió la mañana de este lunes a testificar en el juicio contra Genaro García Luna, extitular de la entonces Secretaría de Seguridad Pública federal, en Estados Unidos. En su declaración, el exfuncionario habló del saqueo que se realizó en la entidad y aseguró que el exgobernador estuvo implicado en actos de corrupción.
Jesús García, corresponsal del diario La Opinión de Los Ángeles, informó que el testigo número 18 que subió al estrado fue Villarreal Fernández, exsecretario de Finanzas de Coahuila que está acusado de conspirar para lavado de dinero.
De acuerdo con el periodista, el cooperante, quien se declaró culpable de los delitos de lavado de dinero y conspiración para transportar dinero ilícito, recibirá su sentencia el próximo mes de abril.
A través de su cuenta de Twitter, donde reporta lo que sucede al interior de la Corte del Distrito Este de Nueva York, relató que Héctor Villarreal describió hoy ante las autoridades estadounidenses una trama de “corrupción por US$200 millones”.
1/3 Sube el testigo 18, cooperante 7 a declarar. Es Héctor Villarreal, ex secretario de Finanzas de Coahuila, en el gobierno de Humberto Moreira (PRI).
– Está acusado de conspirar para lavado de dinero y tendrá sentencia en abril.
– Describe la corrupción por US$200 millones.— Jesús García (@JesusGar) February 6, 2023
“Villarreal se llevó $2.5 millones y Moreira al menos $40 millones de dólares”, citó Jesús García sobre el testimonio del séptimo cooperante que declara en el proceso.
En su intervención, el excolaborador de Moreira Valdez detalló que conoció a García Luna en 2008, “cuando éste quería vender al estado el sistema de espionaje Pegasus”.