Rendija:
Los inevitables ciclos: cómo construir en medio de la destrucción que se expande por doquier, en otra tradición dirán que es Kali, su danza, su poder, su energía, y lo que resta es esperar: sola habrá de terminar su danza, algunos creen que ya llegó la hora de su retiro: Lo sabremos pronto.
El dolor indescriptible de la pérdida
ha dado origen a las Sagradas Escrituras;
y de alguna manera,
la Ciencia con su bagaje civilizatorio
sigue esos pasos;
El peso muerto de la desaparición
es la historia sin fin,
se filtra en los procesos culturales,
y permea con su silencio
todos los rincones de las expectativas.
Una suerte de contundencia
nos acompaña en la cotidianidad
de nuestras tareas
por rutinarias o extraordinarias que sean,
es la conciencia imbatible
al abrir los ojos de la desaparición:
…. ese salto al vacío
es la inmovilidad de su respuesta.
Hay una suerte de inquietud
que pareciera ser la grieta
donde el oxígeno de eternidad se filtra
con sus débiles
y a la vez portentosas señales;
de ahí emerge el arte
con su libertad intrínseca
impregnada de dicha y gracia,
y el amor que desata sus apegos
al expresar en plenitud su poder.
El misterio existe
en la medida que acallamos el ruido,
y confiamos en lo indescifrable,
que nos enseña a iniciar, una y otra vez,
cada día, hasta el último aliento visible.
Las imágenes que se multiplican sin reparo
son un intento por penetrar el reino de lo invisible
y arrebatarle al menos unas cuantas parcelas
desgajando lo insondable.
La virtualidad pretende despojar
al mundo de los espíritus;
es un último paso
en el destierro que habitamos.
Somos una familia dispersa en millones,
en la pátina voraz del tiempo
y su vértigo.
Resta solo un mensaje:
ya no hay lugar
para los ensayos.