La Policía identificó al perpetrador de la masacre como Panya Kamrap, de 34 años, un sargento de policía despedido este año luego de ser acusado de un delito de drogas.
Por Tassanee Vejpongsa
Uthai Sawan, Tailandia, 10 de octubre (AP) — Hornos improvisados hechos de ladrillos de arcilla se estaban construyendo el lunes en los terrenos de los templos budistas en un poblado en el noreste de Tailandia para incinerar los cadáveres de las víctimas, en su mayoría niños, de la masacre cometida por un expolicía la semana pasada en una guardería.
El brutal ataque con pistola y cuchillo del jueves pasado en el Centro de Desarrollo Infantil en Uthai Sawan dejó 36 muertos, entre ellos 24 niñitos. Fue la mayor masacre perpetrada por un individuo en la historia del país.
Phra Kru Adisal Kijjanuwat, abad del templo Rat Samakee, a unos tres kilómetros del lugar de la matanza, indicó que 19 víctimas serán cremadas en una ceremonia grupal el martes, poniendo fin a un periodo de luto de tres días por las familias.
Detalló que los cadáveres serían incinerados al mismo tiempo en piras al aire libre alimentadas con carbón para evitar que las familias tengan que esperar largas horas para que se completen las ceremonias sucesivas.
“Sólo contamos con un horno en el templo y no podríamos cremar a todas las víctimas al mismo tiempo, y no deseo que ninguna familia tenga que esperar un largo proceso de cremación”, señaló Adisal. “Después de ver su dolor, pensé que sería mejor si podemos realizar la ceremonia al mismo tiempo y que todos los familiares puedan pasar juntos por esta etapa final de este doloroso evento”.
El monje dijo que también se estaban instalando hornos temporales en otros dos templos cercanos para las víctimas restantes. Añadió que cinco familias han optado por realizar sus servicios funerarios por separado.