Mediante prácticas de fraude, apoyo de autoridades judiciales corruptas y el tráfico de influencias, el empresario Octavio Corona Flores –fallido excandidato a diputado federal por el desaparecido Partido Encuentro Social (PES) — se ha convertido en boyante comerciante de la industria del hielo en Baja California.
Pese a que ha sido denunciado por la vía mercantil por los delitos de despojo, falsificación de documentos y de hacerse a la mala de un patrimonio que no le pertenecía, el empresario goza de una pujanza económica a costa del dolor de las personas que ha defraudado, muchas de ellas, familiares suyos. Además, vive envuelto en completa impunidad.
Detrás del capital que amasó de manera fulgurante, existe una historia de injusticias que ha tejido con complicidad, incluso, de su esposa e hijos.
La historia:
Hace varios años, arribó a Baja California un corporativo con un objetivo: conquistar el mercado de fabricación y venta de hielo y reforzar la cadena de proveedores de las tiendas OXXO, propiedad de Fomento Económico Mexicano S.A. de C.V (Femsa), empresa multinacional mexicana fundada en 1890 que participa en la industria de las bebidas, entre otras, de Coca-Cola.
El grupo empresarial entonces era encabezado por Germán Canalé Segovia, Chief Executive Officer (CEO) del corporativo Agua Fría. Con el paso del tiempo, este grupo empresarial fue conquistando varios estados de la República en la industria del hielo hasta convertirse en un negocio boyante.
Pero en la búsqueda de crecer más, el grupo empresarial comenzó a buscar a otras empresas establecidas. En el camino se encontró con una empresa propiedad de la familia Salazar Laborín.
En el año 2002, falleció su fundador y principal accionista, José M. Salazar. La tragedia volvió a envolver a este consorcio porque, en 2004, también falleció el hijo de éste –José Francisco Salazar –también accionista mayoritario y quien manejaba la empresa junto con sus hijos y herederos.
Al quedarse el grupo empresarial sin sus principales cabezas, apareció en la escena Octavio Corona Flores, expresidente de la Cámara de Comercio de Baja California y exsecretario de Desarrollo Económico del ayuntamiento de Tijuana. Este personaje está casado con la hija y hermana de los dos fallecidos.
Al ver al grupo sin sus líderes, orquestó el despojo de las empresas y acciones de los familiares que se quedaron al frente de la empresa hielera junto con otro empresario que ha sido señalado como su cómplice: Rodolfo Olimpo Hernández. La mancuerna logró sus objetivos aviesos.
Tras la muerte de su cuñado, Corona Flores emprendió la conquista del patrimonio que vio desprotegido. Y comenzó a despojar a los herederos de las empresas. “Por medio de sus habilidades perversas que se le conocen desde hace muchos años atrás por la sociedad de Tijuana –según establecen algunas de las denuncias –ha logrado manipular ante las autoridades judiciales y civiles procesos legales “para hacerse de un patrimonio que no le corresponde”.
Dice uno de los quejosos: “Evidentemente, la empresa Agua Fría no detectó o probablemente negoció la venta de un patrimonio que no es de su propiedad”.
Los casos de fraude en perjuicio de los herederos de la empresa Agua Fría están contenidos en las carpetas de investigación NUC 0204-2020.24944, por administración fraudulenta cometido en contra de la sociedad Hielera Baja California; la carpeta NUC0204-2021-753 es por el mismo delito pero en perjuicio de la empresa Hielera y Refrigeradora de Tijuana, las cuales fueron fundadas por el suegro y cuñado de Corona Flores.
Tras la muerte de los fundadores, dejaron como herederos a sus a sus hijos, quienes tomaron el 60% de las acciones, así como inmuebles y otras sociedades. Toda una rapiña.
Pero a base de sobornos, presiones y amenazas –además del apoyo de jueces a modo — Corona Flores y su esposa –según establecen las denuncias de los afectados –han tomado el control de dicho corporativo “falsificando donaciones de las acciones de su padre, las cuales hicieron aparecer como que estaban a favor de la cónyuge de Corona”.
De acuerdo con los quejosos, dichas acciones fueron declaradas nulas en el Juzgado Sexto Civil de Tijuana –expedientes 73/2008 y 74/2008 –, pero no fue suficiente: Corona Flores emprendió la maquinación de otro fraude mediante el cual logró liquidar las sociedades referidas para dar paso a la conformación de una nueva empresa que puso a nombre de sus hijos.
Dicha empresa, por si fuera poco, opera en los inmuebles e instalaciones de las sociedades liquidadas por medio del presunto fraude cometido por Corona y su esposa.
Hasta ahora, los herederos de José F. Salazar han intentado acceder a la justicia, porque les asiste la razón, pero los afectados sostienen “que el señor Corona siempre logra manipular a las autoridades, a tal grado, que ahora incorporó a los problemas legales a esta empresa y al señor Germán Canalé en litigios que muy probablemente la familia Corona omitió al señor Canalé , el comprador del consorcio Agua Fría.
Y se cuestionan: “¿Por qué un corporativo de este nivel, se duda, quiera estar dentro de procesos judiciales? Esperemos que las autoridades del actual gobierno de Baja California pongan atención a este caso para poder parar los delitos que ha orquestado durante años Octavio Corona Flores y dejen de seguir, él y su familia, cometiendo fraudes para quedarse con patrimonios que no le corresponden y que muy probablemente la empresa Agua Fría desconoce”.
Octavio Corona Flores, de acuerdo con sus antecedentes, tiene una larga historia plagada de denuncias por presuntos actos de corrupción desde que se desempeñaba, en los años ochenta, como presidente de la Cámara de Comercio de Tijuana, Baja California.
En una publicación de la época, difundida el 21 de marzo de 1987, un periódico local publicó una columna periodística en la que exhiben el lado oscuro de Corona Flores.
Dice la publicación:
Fuentes allegadas a la Cámara de Comercio de Tijuana, han externado su preocupación por lo que denominan “severas desviaciones de carácter” del presidente de ese organismo, Octavio Javier Corona Flores, que solamente pueden explicarse si se toma en cuenta su novatez.
Sucede que al representante del comercio organizado se le ha ocurrido recurrir a la intriga y la ofensa como armas para combatir arteramente a los medios de difusión que de manera abierta y objetiva le han hecho señalamientos por sus errores, propios de su incompetencia y su prepotencia, que ha venido cometiendo en el desempeño de su cargo.
Olvidando un pasado mancillado por líos policiacos y evidentemente influenciado por novelas del mismo género. Corona Flores pretende lastimar a quienes cumplimos con la noble tarea de informar. Desde luego que por profesionalismo los periodistas respondemos con objetividad a los ataques preñados de cobardía del joven Octavio Javier, después de todo qué caso tiene referirle a través de la prensa lo que ya saben quienes lo rodean.
Lamentable, para los respetables miembros de la CANACO que nos han suministrado la información, es que a este muchacho de ideas maléficas le haya tocado la suerte, asumir simultáneamente la presidencia de la Cámara Estatal de Comercio, pues además de su inexperiencia manifiesta, su fobia a los medios de difusión lo han convertido en un verdadero enemigo de la Opinión Pública.
Por lo demás, a nadie asusta en esta época, que el jovenzuelo en cuestión recurra a la amenaza de hacer públicos expedientes judiciales de cosas que ya han sido juzgadas. Si lo quiere hacer, que lo haga, pues sería interesante que los lectores acabaran de enterarse de que el falso tiene más cola por pisarle de lo que muchos se imaginan. Tal vez sería recomendable que inclusive alguno de sus hermanos lo ubicara un poco en estas cuestiones de la vida, tanto por necesidad de que adquiera un poco de experiencia en lo concerniente al manejo de los recursos humanos como por la importancia que reviste el trato político en el mundo en el que se desenvuelve, pues seguramente que no les hace ningún favor el que Octavio Javier sea repudiado en lugares como El Club Campestre, donde, además, se comenta con agudo sarcasmo su repentino enriquecimiento gracias a su atinado sentido se la elección conyugal, claro, sin menospreciar ciertas habilidades para el fraude que le permitieron aprovechar “las bondades” de los dólares Xi
APUNTES DEL SUBSUELO
SENADORES REPUBLICANOS Y EL GOBIERNO DE MÉXICO están enfrascados en una lucha de fuerza…y de egos. Los señalamientos del senador republicano Lindsey Graham, en el sentido de que buena parte del territorio nacional está controlado por los cárteles de la droga son tan ciertos como la afirmación del presidente Andrés Manuel López Obrador de que el Estados Unidos el fentanilo es distribuido por cárteles norteamericanos que cuentan con protección.
Llamó la atención que el mandatario le haya enviado una carta al presidente de China, Xi Jinping, para pedirle su apoyo y así frenar el tráfico ilegal de fentanilo. El gobierno de China respondió que ellos no contribuyen a ningún tráfico ilegal de fentanilo, dando a entender que proveen lo que oficialmente se les compra.
No era necesaria la carta de López Obrador al mandatario chino: los datos respecto de lo que se importa de fentanilo y lo que se usa en la medicina está documentado por la Cofepris, organismo responsable de esas importaciones.
Ahora, si lo que se importa de fentanilo es usado en su totalidad en México para la medicina, cabe preguntarse –e indagar –a donde van a parar los cargamentos restantes de fentanilo. Obvio, a la delincuencia organizada. Es el mismo tema que se suscitó con la pseudoefedrina, precursor químico que se utiliza para fabricar medicamentos antigripales y que al mismo tiempo consume el crimen organizado para elaborar drogas químicas como las metanfetaminas.
Ahí está el caso Shenli Ye Gon, el empresario chino que era responsable de la importación de pseuefedrina a través del puerto de Lázaro Cárdenas, Michoacán. El asiático le vendía la sustancia al gobierno y al crimen, dos clientes potenciales.
Sobre las afirmaciones del senador Graham podemos decir que sí tiene razón: en México hay territorios dominados por la mafia del narcotráfico. Esto mismo fue reconocido, en noviembre de 2022, por el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, en el congreso de Coahuila. Fue la primera vez que un funcionario de primer nivel del gobierno federal aceptaba esa realidad y reconocía que el Estado estaba fallando en su obligación legal de garantizar seguridad. Tras la polémica con los legisladores norteamericanos, López Obrador negó lo obvio: que en México el narco no controla ningún territorio y que está garantizada la gobernanza. De acuerdo con denuncias, más de la mitad del país está tomada por el crimen organizado. Mantienen a la población a raya y ya ni se siga a los comerciantes, a quienes les cobran derecho de piso contra su voluntad y hasta les exigen que suban el precio de sus productos para poder cubrir esa cuota semanal que deben pagarle a los varones de la droga. Un caso emblemático es el municipio de Luvianos, en el Estado de México. Ahí ningún comerciante escapa a las garras de La Familia Michoacana. Y el gobierno? Nada, todo lo permite porque hay abierta complicidad.
Ricardo Ravelo
Ricardo Ravelo Galó es periodista desde hace 30 años y se ha especializado en temas relacionados con el crimen organizado y la seguridad nacional. Fue premio nacional de periodismo en 2008 por sus reportajes sobre narcotráfico en el semanario Proceso, donde cubrió la fuente policiaca durante quince años. En 2013 recibió el premio Rodolfo Walsh durante la Semana Negra de Guijón, España, por su libro de no ficción Narcomex. Es autor, entre otros libros, de Los Narcoabogados, Osiel: vida y tragedia de un capo, Los Zetas: la franquicia criminal y En manos del narco.