Los centros de votación cerraron a las 17:00 horas, tiempo local, en todo el país y, dado que la votación se realiza electrónicamente, el conteo avanza rápidamente por la noche de esta jornada dominical. La segunda vuelta, en caso de ser necesaria, está marcada para el 30 de octubre.
Ciudad de México/Río de Janeiro, 2 de octubre (SinEmbargo).– Con el 70 por ciento de los votos contados en las elecciones presidenciales de Brasil, el expresidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva por primera vez encabeza el conteo con 45.74 por ciento del total, superando a quien hasta ahora se había mantenido al frente, el mandatario Jair Bolsonaro (45.29 por ciento) y quien busca la reelección este domingo.
Todavía no está claro si alguno de los dos candidatos podrá clamar victoria hoy. Una posible segunda vuelta está prevista para el 30 de octubre.
Unos minutos después, con el 76 por ciento contabilizado –tres cuartas partes de los votos–, Lula se trepó al 46.15 por ciento, por encima de Bolsonaro, quien bajó a 45.14 por ciento. Las encuestas daban un sólido triunfo del expresidente, pero por ahora han resultado más cerradas de lo pronosticado.

Los centros de votación cerraron a las 17:00 horas (20:00 GMT) en todo el país y, dado que la votación se realiza electrónicamente, los resultados iniciales se publican rápidamente. Los resultados definitivos suelen estar disponibles unas horas más tarde.
La polarizada elección determinará si el país devuelve a un izquierdista al timón de la cuarta democracia más grande del mundo o mantiene a un derechista en el cargo durante otros cuatro años.
El mandato de Bolsonaro se ha distinguido por su retórica provocadora, su presión sobre instituciones democráticas, su criticada gestión de la pandemia de COVID-19 y la peor deforestación en la selva amazónica en 15 años.
Pero ha formado una base de fieles con su defensa de los valores familiares tradicionales, su rechazo a la corrección política y presentándose como un protector de la nación ante políticas de izquierda que según dice erosionan la libertad personal y provocan inestabilidad económica.
A Lula se le reconoce la creación de un gran programa de prestaciones sociales durante su mandato entre 2003 y 2010 que ayudó a llevar a decenas de millones de personas a la clase media.
Pero también se le recuerda por la implicación de su gobierno en escándalos de corrupción que involucraban a políticos y ejecutivos de empresas.
Más de 150 millones de brasileños conforman el padrón electoral, pero la tasa de abstencionismo alcanza hasta el 20 por ciento.
–Con información de AP.
