Desde que en diciembre del 2019 uno nuevo coronavirus fue noticia en China prácticamente toda la población mundial ha atestiguado cómo se lleva a cabo el proceso de identificación de un nuevo virus, como se identifica la secuencia genética de ese virus y como se generan estrategias para controlar su transmisión, entender su conducta epidemiológica y también como se diseñan estrategias de tratamiento y prevención incluyendo a las vacunas.
Las primeras vacunas COVID19 reconocidas en el mundo occidental fueron las elaboradas por laboratorios de los Estados Unidos. Las vacunas originales fueron diseñadas después de haber aislado y obtenido la secuencia genética de lo que se conoce como la variante ancestral, la original surgida en Wuhan China en el segundo semestre de 2019.
Después de este esfuerzo inicial para producir vacunas y así disminuir la transmisión y replicación viral para evitar casos severos que requirieran hospitalización y que estuvieran en riesgo de morir se han ido presentando mutaciones virales que han obligado a quienes manufacturan en vacunas a lo largo del mundo a ir adaptando la formulación de estas vacunas para que cubran las variantes emergentes.
Esto ha causado inquietud en personas que viven en países como México en donde no se tiene acceso a las vacunas “más nuevas”.
Recientemente se ha publicado en la revista New England Journal of Medicine, NEJM, por sus siglas en inglés una revisión que compara la eficacia de las vacunas previamente administradas previniendo cuadros de COVID19 severo, hospitalización y muerte y las nuevas vacunas conocidas como vacuna bivalentes.
La inquietud para producir estas vacunas surgió a partir de qué las investigaciones mostraron que las personas previamente vacunadas o previamente infectadas con SARS-CoV-2 tenían una actividad neutralizadora menor contra la variante BA.1 de Ómicron cuando se comparaba con la respuesta ante la variante ancestral y otras variantes como Alpha, Beta, Delta entre otras. La respuesta ante ómicron motivó la creación de una nueva forma de vacuna.
A partir de enero del 2022 se generaron fórmulas que contenían una mezcla dirigida contra la variante ancestral y también contra la variante BA.1 de Ómicron.
Los resultados de estas nuevas fórmulas no fueron en realidad lo que se esperaba. Los resultados y datos de la seguridad de las vacunas bivalentes fueron tranquilizadores sin embargo los niveles de anticuerpos neutralizantes se incrementaron 1.5 a 1.75 veces lo cual estaba muy por debajo de las expectativas.
La explicación que dan los investigadores es que lo que se conoce como impronta o respuesta inmunológica previa originada por vacunación previa o infección por SARS-CoV-2 protegía también para las variantes nuevas y por lo tanto la diferencia cuantitativa de linfocitos T activados, anticuerpos neutralizantes y células CD4+ y CD8+ no es significativa.
La parte positiva de todo esto es que las vacunas originales siguen protegiendo contra las nuevas variantes. Las mutaciones que se han presentado no tienen la capacidad de evadir la respuesta inmunológica causada ya sea por la infección o por la vacunación siendo esta última, la vacunación, causante de una respuesta inmunológica más robusta más allá de lo que protegen las infecciones previas y también con la ventaja de un significativamente menor perfil de riesgos asociados cuando se compay con que los efectos asociados con la enfermedad.
Es muy importante continuar previniendo infecciones sintomáticas tanto en personas con inmunosupresión, comorbilidades o enfermedades crónicas así como en personas jóvenes ya que una de las preocupaciones más grandes es y será el COVID Largo o las escuelas asociadas a la infección causada por SARS-CoV-2.
Héctor L. Frisbie
Nació en la Ciudad de México en 1965. Se graduó como Médico Cirujano en 1989 en la Ciudad de México. De la especialidad de Ginecología y Obstetricia en 1996 en la Ciudad de México. Fellow del Colegio Americano de Ginecología y Obstetricia. Se graduó en Alta Dirección en Instituciones de Salud Publica en el IPADE. Jefe de Servicio de Ginecología y Obstetricia del Centro Médico Dalinde en la Ciudad de Mexico. Director General del Hospital de Alta Especialidad Materno Infantil en León, Guanajuato. Es candidato al Doctorado en Salud Pública por la Universidad Walden en Minneapolis Minnesota. Desde 2010 practica medicina en EU. Participa regularmente en entrevistas de salud en las cadenas UNIVISION y TELEMUNDO. Tiene un canal educativo en YouTube en aspectos de Salud asociado a un noticiero y se transmite cada semana en la República Mexicana.